Audalia Zurita

Pasan dos décadas y la memoria se remonta al momento de decidir; no fue tan difícil ya que si bien hay muchas danzas folklóricas, no todas se adecuaban a nuestra inquietud de revalorización y rescate de expresiones culturales andinas: Todos los caminos se dirigieron a la Llamerada San Andrés.

Nosotros llagamos a un trabajo previo digno de resaltar por parte de los fundadores. Para entonces la investigación sobre la vestimenta, la armonía en el baile y otros detalles habían sido definidos. Gran sorpresa, los pasos y coreografía no había sido cosa muy sencilla hasta que con los ensayos, el cuerpo adoptó el ritmo y casi automatizó los pasos, mientras que la ropa en principio algo extraña, luego fue parte de nuestra convicción.

Las sorpresas continuaron porque el trayecto en Oruro o en el Gran Poder, no resultaban muy cortos, las abarcas nuevas nos laceraban los pies, pero la  llegada al Socavón o al final del recorrido, siempre fue un triunfo digno de festejo, tanto así que hubo momentos que buscamos nuevos espacios para bailar y desde luego festejar, sólo así podemos explicarnos los bailes en Chulumani, Sorata y otras provincias, aunque otros retos como Potosí (Chutillos) o Cochabamba (Corso de Corsos), constituyeron nuevas metas que las hemos superado.

Sin imaginarnos nunca las oportunidades que se nos presentarían como parte de la Llamerada San Andrés, repentinamente nos vimos bailando en la Expo Feria de Sevilla en 1992, donde acudimos con vestimenta propia del frío y el Altiplano, cuando en realidad estábamos al nivel del mar y a 50 grados de temperatura; no sin antes pasar momentos difíciles dentro de nuestra propia organización pues no todos podían ir, pero además algunos como Adalid Zurita eran menores de edad.

Sin habernos propuesto de manera expresa, el grupo que hemos compuesto Reinaldo Imaña, Adalid Zurita, Pepe Antezana, César Del Castillo, Carolina Chacón, Eddy, Lily Zurita, Jaqueline Rioja, Gonzalo Rivera y Audalia Zurita, hemos otorgado a la Llamera San Andrés, una dinámica diferente que junto a los más antiguos como Fernando Cajías, Mónica Chacón, Carmen Flores, Carmen Tapia, Chiri , , , , permitió avanzar. A la vez, nosotros recibimos el don de sentirnos representantes de una prestigiosa organización.

Hoy, después de tantos años, una organización consolidada y la composición numerosa de la Llamerada San Andrés, recordamos el entusiasmo del baile vinculado a la energía y vigor de la juventud, la juventud que inexorablemente va quedando atrás, dejando en su paso a los amigos, compañeros con los que ocasionalmente compartimos ensayos, bailes, decisiones de modelos y color de ropa, organización de coreografía, lugares y puestos de cada uno de los danzantes.

Queda fijo en la memoria los momentos de gran alegría, festejo y triunfos en el campo folklórico que hemos cosechado y que nos llena de orgullo al mencionar que hemos sido miembros o aún lo somos de la Llamerada San Andrés.

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